El domingo, la atleta paceña logró el título sudamericano de marcha 20 kilómetros en Guayaquil, Ecuador. Su tiempo fue de una hora, 34 minutos y 31 segundos. Con este logro está clasificada para el Mundial de Italia, que se correrá en Roma en mayo. Después, en agosto, irá a los Juegos Olímpicos Río 2016.
— Es usted la nueva campeona sudamericana de marcha 20 kilómetros, ¿cómo lo logró?
— Fue una prueba bastante exigente, muy dura, de mucho nivel. Yo iba atrás al inicio, pero pude recuperarme y logré estar en el pelotón, hasta que hice un jalón decisivo en la parte final. La ecuatoriana no aguantó el ritmo y se quedó, eso lo hice en la penúltima vuelta. Me dije a mí misma ‘es ahora o nunca’ y aumenté el ritmo. Pese a sentirme muy cansada no bajé, di todo de mí y lo logré.
— ¿Es su primer título ganado a nivel internacional?
— Sí, es la primera vez y me motiva bastante. Además, también mejoré mi marca anterior. La verdad es que siempre fue mi sueño cantar el Himno de Bolivia estando yo en el podio y lo cumplí en este Sudamericano de Guayaquil. Era difícil de creer en lo más íntimo, pero sucedió.
— ¿Qué factores fueron decisivos para obtener esta victoria?
— Pienso que este resultado comenzó en marzo, cuando gracias al proyecto de los ‘Tunkas’ que auspicia la Cervecería Boliviana Nacional (CBN) fui a México, donde hice un campamento de entrenamiento con todo pagado. Entrené a conciencia, me esforcé y ahora vemos que valió la pena.
— ¿Es cierto que tuvo alguna dificultad antes de la prueba?
— Amanecí muy resfriada y ronca, pero nada me detuvo, no tenía que haber excusas, ya había entrenado mucho para esta competencia y no podía dejar de esforzarme.
— Aparte de su logro, el equipo Bolivia es campeón sudamericano. O sea, salió todo redondo...
— Sí, por eso estamos contentos, porque ganamos por equipos y eso habla bien de cómo estamos trabajando. Ahora, nos vamos a preparar para competir en el Mundial de Italia que se cumplirá en Roma, en mayo.
— Eso y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en agosto...
— Sí, gracias a todo este trabajo y al de mucho antes, pues me clasifiqué el mes anterior en una competencia en México. Lo bueno es que en Guayaquil mejoré mi marca, aunque aún debo bajarla mucho más.
— ¿En Bolivia se trabaja bien?
— La exigencia es bastante o mucho más gracias al trabajo y al apoyo que nos da nuestra entrenadora Martha Marín, quien es nuestra guía. Ella nos exige no quedarnos, en eso trato de ser firme, además, mi hermano siempre me dice que tengo que ser una chica guerrera, porque nos tocó pasar muchos apuros.
— ¿Familiares?
— Sí, en octubre mi papá Roberto falleció, entonces entré en depresión, pero la marcha me ayudó a salir de eso, además no me iba bien y tenía dificultades, fue muy duro, pero me metí de lleno en la práctica y estoy saliendo de a poco adelante.
— ¿Este título es para su padre?
— Sí, seguro, pero también para mi mamá Gloria, porque ahora solo los tengo a ella y a mi hermano Ricardo, quien es mi ‘psicólogo’ porque siempre me ayuda con sus charlas. Además, va dedicado a todas las personas que igual confiaron en mí.
— ¿Cómo fue su vida antes?
— De bebé, los médicos dijeron que tenía problema en las caderas y comentaron que no podría hacer deporte, por eso en su momento, hace muchos años, mi mamá lloró la primera vez que me vio competir, entonces demostramos a las personas que no confiaban que con el esfuerzo de uno, si se propone alcanzar metas, no hay imposibles.
— ¿Esas dificultades no le hicieron pensar en dejar la marcha?
— Esos inconvenientes logré superarlos y cada golpe me hizo más fuerte. A veces, las cosas se me acumulaban, tenía clases en la universidad, los entrenamientos y algún rato los recursos no me alcanzaban, pero igual tuve mucha actitud, creo que todo está en la mente y pude seguir como atleta; por eso, si una se lo propone no hay imposibles.
— ¿Por qué se dedicó a la marcha?
— Comenzó con mis papás, quienes me enseñaron muchos valores, por eso doy gracias a Dios. Si bien uno no tiene grandes recursos como otras personas, pero las enseñanzas, las luchas le hacen fuerte a una y creo que la marcha me hizo la persona que soy, por eso estoy tranquila.
— ¿Para ser un deportista exitoso hay que luchar mucho?
— Sí. Mi papá tenía cáncer, pero no dejó de pelear contra esa enfermedad hasta el último día que estuvo con nosotros, y me decía: “Hijita, nunca dejes de luchar aunque todo el entorno puede estar en tu contra; lucha, lucha”, siempre recuerdo eso. Sé que él está conmigo siempre, fue la persona que más amaba.
— ¿La marcha exige más sacrificio que otras disciplinas?
— Todos los deportes son sacrificados, pero la marcha consta de mucha disciplina y eso lo heredé de mi papá, él era muy estricto, muy puntual, me enseñó mucho, me apoyaba bastante porque iba a mis competencias. El deporte es un estilo de vida diferente: no salgo a fiestas, no voy a cumpleaños, me pierdo reuniones con mi familia porque debo descansar y comer bien.
— ¿Este título sudamericano es lo mejor que le ha pasado?
— Salí tres veces subcampeona sudamericana, en 2012 fui séptima a nivel mundial con buena marca en Barcelona, igual con recursos limitados. Sí, este título es lo mejor.
Perfil
Nombre: Ángela Melania Castro Chirivechz tiene 23 años
Familia: Roberto (+) y Gloria (padres); Ricardo, Clara y Gadiel (hermanos).
Estudia Fisioterapia y Kinesiología
La deportista paceña cuenta que se dedicó a competir en la marcha desde 2009. Su hermano Ricardo fue quien le llevó para que trote y luego ella agarró la especialidad. Confiesa que al principio no le gustó; sin embargo, ahora ama el atletismo. Ángela estudia Fisioterapia y Kinesiología en la Universidad Mayor de San Andrés, donde cursa el tercer año, aunque en estos últimos meses, debido a las competencias y entrenamientos, no asistió con regularidad a clases. Su meta es terminar la carrera.
